martes, 15 de enero de 2013

Campaña de Lima: las batallas de San Juan y Miraflores


La Campaña de Lima marca el tramo final de la Guerra del Pacífico entre Perú y Chile. Tras los triunfos en el Alto de la Alianza y en Arica, los chilenos se alistaron para invadir la capital peruana, pero nuestros soldados lucharon valientemente en las sangrientas batallas de San Juan y Miraflores.
Nicolás de Piérola Villena, en ese entonces presidente del Perú, pensaba que los chilenos invadirían Lima por Ancón, al norte de la capital. Sin embargo, el coronel Andrés Avelino Cáceres opinaba que la invasión comenzaría al sur de Lima.
Efectivamente, 13 mil soldados chilenos invadieron el puerto de Pisco el 19 de noviembre de 1880, al mando del general Villagrán. El otro punto de desembarco fue la playa Curayacu, en Lurín, donde ingresaron 26 mil soldados chilenos.
Durante los primeros días de enero, el ejército chileno inició su marcha hacia Lima, donde se enfrentó al valeroso ejército peruano en las batallas de San Juan y Miraflores.
BATALLA DE SAN JUANEn medio de la invasión, Piérola dividió el Ejército de Línea en cuatro cuerpos. Cáceres tomó el comando del cuarto, integrado por 4500 hombres, y se concentró en San Juan, donde situó a sus tropas en los lugares más adecuados.
La noche del 12 de enero de 1881, un soldado chileno capturado informó que el ejército invasor se había movilizado en orden de batalla a las 16.00 horas. A las 4.00 horas del día 13 de enero se escucharon tiros. Media hora después, el ejército chileno cargó sobre el ala derecha, defendida por el coronel peruano Lorenzo Iglesias. En ese momento, Piérola huyó hacia Chorrillos y Cáceres asumió totalmente la dirección de la batalla, solicitando apoyo al coronel Belisario Suárez, jefe de la reserva, pero sin resultados.
Sin auxilio, el cuarto cuerpo del ejército combatió por tres horas con las tropas chilenas, pero la superioridad numérica de éste era aplastante. Tras luchar con coraje, Cáceres ordenó la retirada camino a Barranco.
En el camino, el mariscal logró juntar un grupo de hombres y se dirigió a socorrer al coronel Miguel Iglesias, quien peleaba en el Morro Solar de Chorrillos. Los peruanos lograron poner en fuga a una columna chilena, pero recibieron la orden de dirigirse hacia Miraflores. Eran las 14.00 horas del 13 de enero.
Al caer la tarde, la batalla de San Juan había originado 10 mil bajas entre ambos ejércitos. Los chilenos, eufóricos con la victoria, saquearon e incendiaron el lujoso balneario de Chorrillos, asesinando civiles a su paso y haciendo caso omiso a las banderas neutrales.

BATALLA DE MIRAFLORESEl saqueo de Chorrillos no fue un secreto para los peruanos. Cáceres, inclusive, trató de aprovechar la euforia chilena para atacar por sorpresa, pero Piérola consideró inútil tal iniciativa.
El 14 de enero se pactó una tregua entre ambos bandos que duraría hasta la medianoche del 15 de enero. Sin embargo, el adversario empezó a movilizar sus tropas desde el 14 para atacar Miraflores.
La línea de defensa de Miraflores se organizó en tres sectores. El de la derecha quedó a cargo de Cáceres, el centro a las órdenes del coronel Belisario Suárez y la izquierda bajo el mando del coronel Justo Pastor Dávila.
Se construyeron diez reductos –zanjas cavadas en dirección al enemigo, de 7 metros de ancho y 2.5 metros de profundidad– a lo largo de doce kilómetros: el primero al sur de Miraflores y el décimo en los bordes del río Surco, a intervalos de 800 a 1000 metros. Allí se montaron algunas piezas de artillería.
La defensa de Miraflores estuvo a cargo de jóvenes, hombres maduros y hasta adultos mayores, muchos de ellos jubilados, quienes constituían la Reserva junto con los que recién habían cumplido los 16 años de edad.
A las 14.30 horas del 15 de enero de 1881 se abrieron los fuegos. El ejército peruano y el chileno se encontraban a tan sólo 400 metros de distancia. Los buques invasores, situados frente a Miraflores, dispararon con sus cañones sobre la población.
El Reducto 1, ubicado actualmente entre el malecón de la Reserva y la avenida Paseo de la República, fue tomado por las tropas chilenas. La defensa estuvo a cargo del mismo Cáceres hasta que se quedó sin municiones y sin refuerzos y tuvo que replegarse sobre el Reducto 2, que también fue atacado por la retaguardia.
Cáceres observó que era imposible continuar la resistencia sin municiones, así que ordenó la retirada. En ese momento, dos balazos atravesaron su kepis, pero sin herirlo. Al detenerse para encabezar una última resistencia recibió un balazo en la pierna. Eran las 18.00 horas. Con el caudillo caído, las tropas peruanas se dispersaron. Los chilenos ingresaron a Miraflores y quemaron la ciudad, tal como hicieron antes con Chorrillos y Barranco.
El 17 de enero de 1881 el ejército chileno, al mando del general Manuel Baquedano, ocupó Lima.

miércoles, 2 de enero de 2013

La revolución de las grasas

Cuando el cuerpo recibe la cantidad  suficiente de éstas y los  nutrientes  en porciones que se adaptan al organismo de  cada  individuo, estos se  sienten dichosos y agradecidos

La mayoría de las personas ingieren alimentos que a la larga solo traen como consecuencia el deterioro del organismo. El sedentarismo y la vida laboral cargada de estrés y responsabilidades provocan que el individuo no se alimente como corresponde.
En los  tiempos modernos cada vez es más común encontrar una batalla constante para conseguir el bienestar mental, la estabilidad emocional y sexual, así como también luchar con unas de las “plagas” de las grandes ciudades: el sobrepeso.
Sacha Barrio Healey en su libro “La gran revolución de las grasas” del grupo editorial Norma,  plantea que las revoluciones del futuro ya no serán tan violentas, en el sentido de que no habrá guillotinas francesas o fusiles cheviques, sino que las revoluciones del porvenir tal vez sean individuales y privadas, en la conciencia íntima de cada individuo. Y para ello, la nutrición es el punto de partida, porque un cambio en la alimentación supone un cambio corporal y mental, lo que deriva en un cambio en la familia y más allá, en la economía del país.
Existen alimentos que contienen grandes cantidades de grasa. Estas aportan un buen sabor a las comidas que devoramos con entusiasmo. De igual forma las grasas le agregan texturas (ya sea cremoso o suave), lo que trae como consecuencia que usted se desviva y caiga en las “garras” de los alimentos que no aportan los nutrientes necesarios para mantener el cuerpo sano y fuerte.
Si bien es cierto que las grasas también son necesarias, hay que saber como ingerirlas y cuando. Un punto de partida para combatir el “océano” de consumo de grasas y fritangas, mantecas y mayonesas, las cuales son grasas que asfixian las células y aglutinan nuestra sangre con una telaraña de coágulos y adherencia. Barrio Healey en su libro plantea que el punto de partida para hacer una profunda revolución interior en la naturaleza humana, la cual también es una sabrosa y festiva revolución social,  empleando ideas sobre el consumo de legumbres y nueces como balas de combate.
Cuando el cuerpo recibe la cantidad de grasas y nutrientes que necesita, en porciones que se adaptan a los organismos de cada individuo, tanto el hígado, como el cerebro y los órganos genitales se sienten dichosos y agradecidos cuando se ingiere las grasas que les son esenciales para su funcionamiento. La salud mejora en todos los aspectos, lo cual se puede percibir desde la frescura del piel, hasta el en control del peso.
Los alimentos con menor contenido grasa representan una manera de reducir la grasa en su dieta. Es importante reconocer que las calorías cuentan, inclusive en los alimentos con poca grasa o sin ella. Tenga cuidado con el tamaño de las porciones. Utilice los alimentos de menor contenido graso como una parte de una completa dieta saludable. Recuerde, la clave reside en efectuar elecciones inteligentes.
Las grasas que fortalecen al cuerpo se conocen como ácidos grasos esenciales, se hace referencia a su carácter indispensable y crucial para el funcionamiento del cuerpo y que por no poder sintetizarse en el cuerpo necesita formar parte de su dieta.
Según la Food and Drug Adminitration (FDA), existen 50 nutrientes esenciales para la salud: luz, oxigeno, agua, veinte minerales, trece vitaminas, proteínas (ocho aminoácidos en adultos y diez en niños), carbohidratos y dos ácidos grasos esenciales (el acido linoleico y el alfalinoléico).
Lamentablemente estos nutrientes no se encuentran administrados equitativamente dentro de la alimentación de la gran mayoría de las personas, pues los ácidos grasos lideran en deficiencia nutricional, así como también en el consumo del ser humano actual. Las grasas saturadas contienen una gran cantidad de hidrógeno en sus cadenas moleculares, provienen de alimentos, carnes, queso, huevos, mantequilla y demás del aceite de palma y coco. Estas no son esenciales para el cuerpo y su acumulación o exceso son nocivos; al acumularse los depósitos grasos, lo hacen de manera perjudicial, creando arteriosclerosis, hígado graso, toxicidad e hipertensión arterial, entre otros. El consumo regular de grasas saturadas daña el sistema cardiovascular.
Las grasas insaturadas contienen enlaces dobles entre átomos de carbono. En este grupo se incluyen los ácidos grasos esenciales, vital de cada célula humana.
Recuadro…
• Agravan la deficiencia de ácidos grasos esenciales, interfiriendo con los sistemas enzimáticos que producen ácidos grasos altamente insaturados, los cuales se encuentran en altas concentraciones en el cerebro.
• Interfieren en la producción de prostaglandinas, por lo tanto, afectan las paredes arteriales, la regulación de presión sanguínea, la agregación plaquetaria, la función renal, la respuesta inflamatoria y el sistema inmunológico.
• Disminuye la eficiencia de la respuesta inmunológica.
• Altera las actividades enzimáticos del hígado y su capacidad de procesar cancerigenos y toxinas.
• Reducen la respuesta insulinita, la cual no es favorable para personas los que padecen    diabete.
¡Esos odiados kilos de más!
Algunos consejos  para eliminarlos, mantener la energía necesaria,  gozar de buena salud, y a la vez  lucir una figura esbelta
En el contradictorio mundo de hoy, la llamada “obsesión por el cuerpo” parece empecinada en querer desalojar del  podio de los males modernos al sobrepeso y su manifestación más grave, la obesidad, que en opinión de muchos, especialmente de expertos en el área,  ostentan el título de pandemia del siglo XXI.
Hoy día, la gente bien informada toma conciencia de que el problema de los kilos de más trasciende  el plano de la estética y entraña peligros para la salud.
El libro “Alimentos sanadores para el sobrepeso”  que forma parte de la colección “Somos lo que comemos”, editado por el grupo editorial Norma, se suma a la labor de divulgación para enfrentar esta enfermedad.
   Este libro está basado  en los alimentos que ayudan a controlar el peso corporal. Refiere la publicación que una alimentación rica en grasas y calorías es, junto con el estilo de vida sedentario, el factor preponderante que determinan la aparición de sobrepeso.
Para mantener un peso saludable, la energía proveniente de la alimentación debe estar  equilibrada con la que el organismo destina a cumplir con sus  funciones y realizar las actividades habituales del mismo.
 Cuando éste ingresa más energía de la que  gasta, la diferencia se almacena en forma de grasa, y es cuando se  produce el sobrepeso.
Los últimos estudios científicos ratifican que el exceso de peso, aunque sea moderado y no llegue a la obesidad, constituye un factor de riesgo en el desarrollo de muchas dolencias crónicas y tienen efectos nocivos que van desde  discapacidades leves hasta la muerte prematura.
  La distribución de la grasa, que merece tanta atención como su cantidad, da lugar a dos tipos de siluetas.
 La obesidad ginoide, en forma de pera, se acumula en piernas, caderas y glúteos. Afecta la estética, la movilidad, pero no acarrea trastornos severos.
La obesidad androide, en tanto, en forma de manzana, se deposita en el abdomen. Incrementa las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión. El dato clave es la medida de la circunferencia de cintura. Las mujeres que superan los 88 cm y los hombres que superan los 102 cm.
Los alimentos
El libro explica que para mantener un peso estable se debe consumir por los menos cinco porciones diarias  de frutas y verduras, variando los colores y las texturas.   Carnes magras en una sola de las comidas del día. Desgrasarlas antes de cocinar, alternar entre pechugas de pollos y mariscos,  res magra y cerdo magro.
Limitar la grasa, en especial las de origen animal, así como el azúcar, frituras, pizzas con quesos grasos, galletas dulces  y jugos, gaseosas, licuados y purés. Además realizar cuatro comidas y una o dos meriendas.
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viernes, 28 de diciembre de 2012

UNA NAVIDAD DIFERENTE John Grisham

Imagínese un año sin celebrar las Navidades. Nada de fiestas, comidas opíparas o regalos no deseados. Eso es precisamente lo que Luther y Nora Krank tienen planeado; por primera vez en su vida, han decidido celebrar la Navidad de un modo muy diferente....Un relato clásico, que ofrece una mirada divertida al caos y la locura en que se han convertido las tradicionales fiestas navideñas.
Una navidad diferente, gira en torno a en tres miembros de una familia de clase media norteamericana las semanas previas a Navidad. Por primera vez, la hija del matrimonio no pasará, lo que obligará a éstos a replantearse las fiestas. Grisham será el productor ejecutivo de la película que, a partir de esta novela, comenzará a principios del próximo año.

feliz navidad  solo amor podré regalar pero no se como envolver ese regalo.

J.V.J

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Confesiones de una mascara : YUKIO MISHIMA

Esra novela del escritor japones fue publicada en 1949 y supuso la consagración del autor en el panorama literario de posguerra.  La narración, efectuada en primera persona, y que evidentemente tiene connotaciones autobiográficas, nos cuenta las vivencias del protagonista desde su más tierna infancia y a través de la adolescencia hasta los veintidós o veintitrés años. El autor empieza diciéndonos que durante mucho tiempo afirmó, y estaba en realidad convencido, de recordar el instante de su nacimiento. Con esta aseveración el lector ya se da cuenta, desde el comienzo del libro, de que se encuentra ante una personalidad singular y fuera de lo corriente.
Sigue contándonos sus primeros años. Por ser el primogénito de la familia y estar ésta completamente dominada por la personalidad de la abuela, vivió al lado de ella, durmiendo en su mismo dormitorio, "siempre cerrado y con el aire impregnado de los olores de la enfermedad y de la vejez". En esta primera etapa de su vida, Kochan, como le llaman los demás, se nos muestra como un chico imaginativo que ya desde sus primeros años se siente atraído por todo lo masculino. Pero cuando la realidad le atrae excesivamente, su carácter retraído le impulsa a huir: "Ante aquello que he esperado con excesivas ansias, ante aquello que he embellecido en demasía en mis sueños previos, lo único que puedo hacer es huir". Su carácter extraño, su constitución enfermiza y la atracción que siente por su mismo sexo, aunque de pequeño y en su primera juventud no entienda lo que esto significa, le convierten en un muchacho diferente de los demás, que con toda evidencia los demás no comprenden. "En aquellos tiempos había comenzado a comprender vagamente aquel mecanismo según el cual lo que los demás consideraban una impostura, por mi parte, en realidad, era expresión de la necesidad de afirmar mi propia manera de ser; en tanto aquello que los demás suponían mi verdadera forma de ser no era más que una impostura".
Una vez terminada su infancia, Kochan nos habla de su adolescencia y del despertar del sexo, momento en que adopta la costumbre de masturbarse, acompañando siempre su excitación sexual con imágenes homosexuales y sádicas. A este propósito, nos habla del deleite que le proporciona la contemplación del "Martirio de San Sebastián" de Guido Reni y de la atracción que ejercen sobre él la sangre y la muerte. Se imagina la suya como la de un héroe que perece ensangrentado y en medio de los mayores sufrimientos.
Después de narrar su época escolar, durante la cual se enamora de un compañero mayor que él, inicia sus estudios universitarios, que coinciden con la segunda guerra mundial. En esta época él, que ya se ha dado cuenta de que es distinto de los demás, pues las mujeres, de las que tanto oye hablar a sus compañeros, no le atraen en absoluto, se cree enamorado de la hermana de un amigo.
Ello le proporciona la esperanza de que al final podrá convertirse en una persona normal. Se engaña una vez más. Cuando por fin la besa, no siente excitación alguna; sus imaginaciones eróticas nunca tienen por protagonista a Sonoko (éste es el nombre de la joven) sino los atractivos efebos con que se cruza durante el día en la calle, en el tranvía o en cualquier otro lugar. Y cuando la familia de ella quiere saber sus intenciones, huye una vez más y renuncia, dando excusas que nada tienen que ver con la verdadera razón.

…de entre todas las clases de degradación que se dan en el mundo, la decadencia de la pureza es la más maligna”.
…amar es buscar y ser buscado al mismo tiempo?”

…un instinto oculto me exigía la búsqueda de la soledad, me exigía vivir aparte, como un ser diferente”.

¿Por qué es malo que siga siendo exactamente como soy? Estaba harto de mí mismo y, a pasar de mi castidad, me estaba arruinando el cuerpo”.

…aquello que me asqueaba era mi verdadera forma de ser, formaba parte de mi verdadera vida. Era como si creyera que aquellos habían sido años de un sueño del que podría despertar a la verdadera vida”.

Incluso es el caso de que se tratara de una pura mascarada y no de mi vida, realmente había llegado el momento en que debía ponerme en marcha, avanzar arrastrando mis pesados pies”.

…aquella tendencia a la introspección se debía, en mi caso, a que yo tenía mayor necesidad que los demás de comprenderme a mí mismo. Ellos podían comportarse de acuerdo con su natural manera de ser, mientras que yo debía interpretar un papel, lo que exigía notable comprensión y estudio de mí mismo”.

lunes, 26 de noviembre de 2012

El periodismos criollo : televisión chicha

El lenguaje en el periodismo criollo
Hasta aquel día de 1950 el lenguaje aceptado en las redacciones era el que se expresa en lo que la Academia de la Lengua llama Norma Culta. Es el apego estricto a las normas y convenciones del idioma que hace posible, mediante la homogeneización, la búsqueda de comprensión por todos de los textos noticiosos. Pero se comprobaría después que esto no era lo adecuado para importantes sectores de peruanos que fueron ganados a la lectura con el uso de la jerga o replana.
Aquel título sobre la presencia del ejército de China Roja en Corea, "chinos como cancha", provocó gran impresión en un sector de limeños pero grandes sectores, quizá la mayoría, los que utilizaban ya aquella jerga en la coloquialidad se sintió comprendida, acompañada, unida finalmente a la vida citadina pues había un diario que recogía lo que pasaba más acá de la agobiante discusión política, de las sombras proyectivas de los expertos en economía, de las desgracias internacionales, etc.
Porque debe añadirse que el vespertino añadía a su liberalismo lingüístico un ejercicio de valoración noticiosa que tenía que ver más con percepciones totalmente populares (mùsica, artistas, romances, deportes, milagros, prodigios, dramas de la vida real, etc.) que con noticias consideradas relevantes por los otros. La otra prensa.
"Ultima Hora" tenía redactores muy jóvenes que habían recogido el lenguaje coloquial de la calle, de los colegiales, los ambulantes que comenzaban a instalarse, de los recién llegados a La Parada -zona obligada de tránsito para asentarse en la urbe. En ese tiempo un joven estudiante de Derecho, José Bonilla Amado, estuvo recluido por razones políticas en la antigua Cárcel de la avenida Wilson. Allí, con la ayuda de conocidos delincuentes (como el famoso José D´Unián, alias "Tatán") redactó sus primeros textos sobre el lenguaje de los delincuentes, la "jerga del hampa", que luego convirtió en su tesis para graduarse de abogado.
El texto de Bonilla se sumaba por supuesto a trabajos reconocidos de José Benvenutto, Pedro Paz Soldán, y una multitud más y en especial españoles. Trabajos posteriores entre los que destacan los de Martha Hildebrandt, Alberto Tauro del Pino, Miguel Angel Ugarte Chamorro abrieron el panorama sobre los peruanismos en el idioma. Pero más sugerente para nuestra visión resultó la útil recopilación de Bendezú sobre lo que llamó "jerga criolla" debido a que también acudió a los delincuentes para conocer de cerca ese vocabulario que busca encriptar significados y cambia y se renueva incesantemente.
En suma, los nuevos periodistas hacían lo que querían con el lenguaje, echando mano de todo aquello que pudiera servirles para mejorar su descripción o efecto deseado. Y si el titular podía contener humor, mejor todavía.
En ese mezcla de castellano mal hablado, jerga, nuevas voces, humor, préstamos de jergas de otros países,"Ultima Hora" se ganó su espacio propio en la historia del periodismo. Citemos por ejemplo "Con Piscolabis/pisqueños darán /serena a pueblo", "Depuración de firmas/acabará ipso pucho", "Canasteras tromes/vienen a mover/la redonda: noviembre", "Enjaulan muchacho/que es trome en chantajes", "Vela verde dijo mosco/ Del Prado a Ledesma", "Se dijeron zamba canuta/en congreso indio". Y en términos de humor pícaro podríamos citar el referido a una conocida vedette casada con un baterista: "Llegó Tongolole/con el que le toca el bongó"
Y así entre tropos, barbarismos, neologismos y todas aquellas formas idiomáticas que manejan los linguistas, el tabloidismo criollo terminó proporcionando su forma absolutamente peruana de ofrecer noticias sentando bases seguras para el periodismo chicha de hoy.
Pocos son los peruanos que no manejan esta especie de clave y para comprobarle proponemos la frase siguiente, recogida en una cantina limeña por el periodista David Hidalgo: "¡Mozarela: un par de cerbatanas bien helenas pero antes un trapecio andino para limpiar la mesopotamia!".
Los diarios Chicha deben estar al tanto de las nuevas expresiones so pena de retrasarse y perder el paso de sintonía con las nuevas generaciones de compradores. Poco ha cambiado desde aquellos años 50, salvo las voces ligadas a las recientes tecnologías y al mayor conocimiento del inglés ("se me borró el caset" por perder el concimiento); la televisión también influye sin duda en la ampliación del vocabulario chicha.
El distinguido lingüista Enrique Carrión, fue enfático cuando se le preguntó si esta jerga alteraba el lenguaje: "Mi opinión es que la jerga enriquece nuestro lenguaje, porque multiplica las dimensiones de la creatividad, vulnerando los patrones establecidos. Es un signo del ingenio de la gente y eso es bueno porque el ser humano demuestra que no es un simple cumplidor de un ritual ya trazado".
La televisión chicha
Los norteamericanos la llamaron "televisión tabloide" desde que los programas "talk shows" del precursor Phil Donahue y luego el escandaloso Jerry Springer causaron sensación y acaparon sintonías en los Estados Unidos. También TV Basura ("trashy reality television") y otros términos que evidencian la actitud severamente crítica de sectores de ese país.
La analogía con los "tabloides" se debe a la temática de los progranas, al estilo aquel de romper la barrera de lo informativo para trasladarse al puro terreno del entretenimiento introduciendo a las celebridades en una zona que describiremos sencillamente como "tabloide". "Estamos en la Década Tabloide" editorializó la revista Vanity Fair, recordando los casos de O.J. Simpson, Pamela Anderson, John Wayne Bobbit, Tonya Harding, Huh Grant y, por supuesto, Clinton y Monica Lewinsky.
¿Cuándo nació esta variante de la televisión? Recogemos un "Manifiesto contra la telebasura", que incluye definiciones útiles: " El término viene dando nombre, desde la década pasada,a una forma de hacer televisión caracterizada por explotar el morbo, el sensacionalismo y el escándalo como palancas de atracción de la audiencia".
"La telebasura se define por los asuntos que aborda, por los personajes que exhibe y coloca en primer plano, y, sobre todo, por el enfoque distorsionado al que recurre para tratar dichos asuntos y personajes".
Buscando sintonía, lugar en los ratings o medidas de teleaudiencia, no se dudó en Lima en abrir espacios para la televisión "basura" que pronto pasó a parecerse mucho a la prensa chicha incluso interactuando, retroalimentándose con ella pues los personajes centrales de ambos suelen ser los mismos.
Esta TV-.Chicha peruana ofrece tres variantes: la primera es la de programas de chismes, historias de famosos, personajes de mundo rosa, donde destaca actualmente la periodista Magaly Medina. La segunda, los conocidos De Conversación o en su título original de "talk shows" que es lo que se usa comúmente y tiene su mejor exponente en la abogada Laura Bozzo, reuniendo entre ambas los más altos niveles de sintonía. La tercera es la que ofrecen noticieros que se inclinan a la crónica policial en sensacionalismo franco; es el caso de "90 Segundos" que dedica largos minutos y escenas a hechos violentos y escandalosos.
(No debe ignorarse la presencia en Internet de periodismo amarillo de escándalo. El más conocido es Matt Drudge quien difundió el caso Clinton-.Lewinsky).
La información policial exagerada comenzó a cultivarse de manera sistemática en el Canal 2 y desde hace una veintena de años, debido, en parte, a la influencia de un periodista que impuso un tratamiento de corte sensacionalista al segmento noticioso. Fue el tiempo en que comenzaron a mostrarse cadáveres en la pantalla y a una agitada reportera que perseguía a sus entrevistados con tenacidad pocas veces vista.
La historia de los talk shows ha sido relatada por José Luis Vargas en un magnifico trabajo de Tesis sobre el tema. Allí vemos que no han pasado más de diez años desde que Jaime Baily inauguró "1900" en Canal 4, en 1989 -aunque hubo un antecedente en el programa de Jorge Henderson "Tal Cual" en 1993 que fue abandonado.
Vargas elaboró una lista de temas de talk-shows de la que ofrecemos sólo una muestra y que nos releva, nos parece, de mayores comentarios sobre su calidad: "Abandoné a mi hijo", "No creo en los hombres", "Me inicié en un prostíbulo", "Mi padre me violó", "Me acosan sexualmente", "Maridos borrachos", "Mi marido me hizo abortar", "Madres prostitutas", "Soy la tetona del barrio", ""El mundo de los enanos", "Le pego a mi marido", "Arruiné mi vida por él", "Adictos al sexo", "No te metas con mi hermana", "Me averguenzo de mi madre", etc.

sábado, 24 de noviembre de 2012

PILAR SORDO : No quiero crecer

El exitoso libro de la psicóloga Pilar Sordo:No quiero crecer
La nueva sexualidad a los 15 años.
A esta edad los adolescentes sufren un remezón que afecta su desarrollo emocional y su conducta sexual. En este libro "No quiero crecer", la psicóloga Pilar Sordo describe esta etapa como un "terremoto" que pone a prueba los valores y la demarcación de límites. Aquí puedes leer las tres escalas del terremoto que propone.


Primera escala:  La barrera del pudor
Hace unos años comenzó a ponerse de moda en varios colegios de Santiago y regiones el llamado "juego de las pulseritas" según la psicóloga Pilar Sordo. Aparentemente inocente y divertida, esta práctica ganó especial popularidad entre las niñas y niños de los últimos años de enseñanza básica y algunos de los primeros años de educación media. Su dinámica gira en torno a unas pulseritas de colores que las niñas se hacen con hilos de bordar y que se ponen en la muñeca con la misión de entregarlas a todos los compañeros con quienes se besarán durante una reunión o en alguna fiesta de colegio. Su reglamento es simple: La niña que logra desprenderse de más pulseras -que besa a más compañeros- gana el juego. Se convierte en la más popular porque los hilitos con su color distintivo ahora los lucen como trofeos, otros adolescentes, de los que la mayoría de las veces, apenas conocen el nombre.

Según Pilar Sordo, estas pulseritas -ya convertidas en un panorama del carrete pre-quinceañero- evidencian la forma explosiva en que los adolescentes han comenzado a traspasar, a edades cada vez más tempranas, la barrera del pudor.

Esta dinámica demuestra el poco valor que le entregan al acto de besarse, que bajo estos códigos se transforma en una práctica divertida, sin trasfondo. Más que un acto importante en su desarrollo sexual y emocional, se convierte en una búsqueda de sensaciones o de adrenalina.

Para la psicóloga, que describe este fenómeno en su nuevo libro, "No quiero crecer" (Editorial Norma), que se lanzará estos días, el pudor es clave para el desarrollo de la sexualidad de los adolescentes. El pudor comienza a vivirse junto con la aparición de los caracteres sexuales secundarios, aquellos que los distinguen, pero no son directamente parte del sistema reproductor (caderas y pechos en las mujeres; músculos y vello facial en los hombres). Esta etapa -que actualmente se inicia al final de los 11 años y al comienzo de los 12- provoca que se sientan y se vean distintos. La primera reacción es que niños y niñas comiencen a resguardarse, a taparse y, en la gran mayoría de los casos, a avergonzarse. El problema surge en la medida en que los adolescentes cambian, a la velocidad del rayo, la vergüenza por la desinhibición. Y eso, asegura Pilar Sordo, se evidencia primero en las mujeres y más tardíamente en los hombres. "Todo esto se hace evidente a los 13 años, cuando muchas niñas empiezan a tener un cuerpo de mujeres en una estructura mental que sigue siendo infantil. Entonces comienza el tema de jugar con estas características, probar con cuánto muestran y cuánto no muestran, y su actitud frente al pudor se trastoca. Sienten que mantener el pudor es una cosa medio ridícula, pero que en cambio es una osadía mostrar. Esta actitud está ligada con la sobreerotización de la sociedad, donde la mujer es más mujer en la medida en que tiene más busto".

En el caso de los hombres, este juego tiene un aspecto más conductual que corporal. Dice que la osadía masculina está en el empezar a conquistar, en vencer el pudor a nivel de personalidad. "Más que mostrar su cuerpo, ellos se preocupan más de conquistar, de mostrarse lo más machos posible y empiezan a trabajar su cuerpo para sentirse atractivos desde ese ámbito".

En la medida en que esto ocurre es inevitable que niños y niñas terminen encontrándose en un juego donde se potencian. Mientras estas niñas-mujeres se muestran más, los niños cambian sus conductas para conquistarlas. Aparecen los códigos de conquista sexual, un crecimiento adolescente impaciente y adelantado. Esto ocurre porque hay difusión en los límites; no está claro qué se hace a los 13 años, cuánto se seduce, cómo se conquista. "Esas situaciones corresponden a otra edad, y traspasar ese límite a la larga sólo genera daño. De hecho, yo planteo que en los cursos de séptimo y octavo básico no se debería pololear. A esa edad su misión debe estar más enfocada con establecer códigos de lealtad en las amistades, más que códigos de uno a uno en términos de relación de pareja", explica la psicóloga.

Para Pilar Sordo, como a esta edad los niños actúan muy instintivamente y no tienen un código emocional muy grande ni menos valórico, el concepto de autocuidado es clave. Puede marcar la diferencia en esta escala de desarrollo emotivo y sexual. El autocuidado es la salida, el fin de esta escala.

"Es la única manera de prevenir, pero requiere de tres cosas clave: una es la evaluación del riesgo, otra es el establecimiento de un código valórico que te permita protegerte y el otro tiene que ver con la incorporación de factores emocionales dentro de este repertorio erótico nuevo. Lograr que los niños manejen este concepto sólo depende de los padres, quienes deben haberlo trabajado desde el inicio de su crianza. Enseñazas como que nadie lo puede tocar, que tienen que respetarse a sí mismos, controlar sus instintos. Y eso, que en este momento se deposita en lo sexual, debió centrarse a los cinco años con las pataletas, o a los tres años para controlarle el sueño o los esfínteres. Al final, el cómo los papás codifiquen ese proceso de aprendizaje no es independiente de cómo va a llegar a codificar su conducta sexual en la adolescencia. Es una malla que empieza a agarrar redes distintas".

Segunda Escala: Los peligros de la invulnerabilidad
En su libro Pilar Sordo asegura que actualmente los adolescentes tienen un exceso de información sobre el sexo y la sexualidad finalmente termina por servirles de nada. Dice que en sus conversaciones con estos niños ha comprendido que "todos los conocimientos que ellos manejan en relación a cómo cuidarse en términos de mecanismos de anticoncepción, no los usan porque asumen que nunca van a vivir una situación tan extrema, y si la vivieran, tampoco van a correr ningún riesgo porque no les va a pasar nada".

Precisamente esta errónea convicción de seguridad -"de que no les va a pasar nada"- es una característica central de esta etapa de la adolescencia. Se conoce como principio de invulnerabilidad y está directamente relacionado con sus estructuras mentales y neurológicas propias de su edad, porque hay ciertas partes del cerebro que se bloquean en la evaluación de los riesgos. Lo natural es que esto vaya desapareciendo a medida que crecen. Pero como en la actualidad muchos adolescentes también desarrollan una temprana relación con el alcohol, este principio de invulnerabilidad crece y se extiende por un periodo más extenso de lo normal. Eso aumenta el riesgo. Se extiende la idea de que las cosas les pueden pasar a otros, pero no a ellos.

"La mayoría de los adolescentes debe asumir el miedo a la experimentación de conductas adultas de una manera positiva o negativa, dependiendo de su elección. Si lo viven de una manera positiva, el miedo va a ser un factor protector, que les va a decir que no se pueden meter en situaciones riesgosas porque van a salir dañados. Pero el problema surge porque en la actualidad el miedo no se enfrenta con esa mirada. Ya no está visto como un factor protector, sino como algo que hay que traspasar, que hay que avasallar. Ahora el miedo se vive en la medida en que se vence. Hoy, mayoritariamente los niños de 14 años valoran más al que dice que sí ante una conducta riesgosa que el que dice valientemente no para protegerse. Ése es el perno", explica la psicóloga.

Bajo esta perspectiva de riesgo mal enfocado, el tema sexual adquiere una perspectiva diferente. La explicación de Pilar Sordo es que durante la adolescencia son tantas las variables que hay que manejar en la vida cotidiana, son tantos los miedos con los que los niños tienen que enfrentarse -subirse a una micro por primera vez, poder andar de noche, experimentar situaciones sociales donde ven a otros consumir drogas, etc.-, que los adolescentes no están preparados para incorporar además un tema con tanta energía propia como el sexual. "Así, al adelantar su iniciación sexual, entre las niñas se desvirtúa el concepto de virginidad y muchas veces inician prácticas para las que no están preparadas como el sexo oral".

"Creo que hay un tema ahí que se debe reflexionar socialmente, sobre todo entre quienes creemos en el concepto de la espera, la espera en la madurez, la espera en el compromiso para poder entregar esta parte mía, porque evidentemente esa persona, me guste o no, formará parte de la memoria emocional. Creo que le hemos ido perdiendo el valor al concepto de espera, a pesar de que hay un grupo grande de jóvenes, de mujeres y hombres, que lo siguen valorando como algo importante, pero que no se atreven a decirlo, porque son castigados socialmente, al tratarse de un tema antiguo, un tema que aparentemente no tiene sentido. Y en eso los padres tenemos la responsabilidad de hacerles soñar con ese concepto, tanto a hombres como a mujeres", explica en su libro.

Para la especialista, la mejor manera para que los padres combatan la errónea percepción del principio de invulnerabilidad es que controlen los límites y resguarden el espacio protector de los hijos. Que expliquen claramente cuáles son los factores de riesgo a los que no están dispuestos que se sometan o vivan. Y eso pasa por su autonomía. "A los quince años los niños no deberían ser tan autónomos. Deberían tener una hora límite clara para carretear, y menos hacerlo en horarios nocturnos ni en discoteques, porque en esos espacios hay más riesgos. Además los papás deberían tener un control sobre las amistades de sus hijos. Deberían indicar las variables de control y las situaciones de riesgos de las cuales están protegiendo a sus hijos".

Tercera escala: El costo de la impaciencia 
Para Pilar Sordo, la impaciencia adolescente es otra característica que define y determina el acercamiento de las nuevas generaciones a la sexualidad. Dice que estamos frente a pre-quinceañeros que quieren experimentar sensaciones con rapidez y con la excusa de que eso los hace sentir más vivos, más grandes. "Tiene que ver con la conexión, con la adrenalina, con el que desaparezcan las angustias, las responsabilidades. Pero este deseo de vivir al máximo inevitablemente se entrecruza con la imprudencia, con la pérdida de control, con la ignorancia de lo que se está experimentando".

Esta impaciencia inevitablemente está asociada con la sensación de invulnerabilidad. Es el paso siguiente de ese estado. En la medida en que los adolescentes pierden el miedo, que se sienten seguros ante el riesgo, que malinterpretan su autonomía, la ansiedad por experimentar crece y genera que se cometan conductas basadas en la impaciencia.

Además, aclara Pilar Sordo, esta sensación de experimentar también es provocada por otras estructuras sociales bastante más complejas que ejercen presión sobre los adolescentes. "Esta generación, a la que apellido "banda ancha", está determinada por un sentimiento de rapidez para todo; para ellos todo tiene que ser instantáneo, todo tiene que ocurrir en el momento, sin procesos largos. Y eso es algo que replican de lo que sucede dentro de hogares donde ya no se cocina sino que se compra la comida hecha, en los que todo se encarga por teléfono o por el computador. Ante esa realidad, estos niños, que no tienen su personalidad e identidad aún estructurada prenden como pasto seco".

Entonces, si a esta impaciencia también se suman las anteriores etapas -la pérdida de la barrera del pudor, la falta de autocuidado- no es de extrañar que un gran porcentaje de adolescentes actualmente tenga su primera relación sexual tempranamente, sin mayor conciencia de lo que están haciendo. Se inician en una sexualidad que, en la gran mayoría de los casos, no está asociada al afecto, sino sólo a la práctica.

"El resultado es que los adolescentes empiezan a sentir interiormente grandes cuotas de angustia, sobre todo las mujeres, porque ellas están por naturaleza más intrínsecamente hechas para asociar o mezclar lo emocional, y se les obliga a disociarlo, porque o están bebidas o porque así hay que hacerlo. El tema es que ni siquiera dejan espacio para una conquista larga. O se adelanta ella a decirle que le gusta, o se adelanta él, o se besan antes de conversar. El tema es ir saltándose etapas lo más rápido posible, para avanzar. ¿Hacia dónde? Ni siquiera ellos lo tienen claro, pero el punto es que están avanzando", dice la psicóloga.

Para poner freno a esta impaciencia, los mecanismos de control de los padres son clave. "Si los papás no atrincan, no ajustan y no aprietan, de aquí en adelante costará un triunfo. Fundamentalmente hay que tratar de poner límites de horario, conocer a los amigos de los hijos, algo más que sólo el nombre, tener acceso a las redes tecnológicas que maneja -fotolog, facebook, twitter, etc.-, saber cómo las viven y cómo las experimentan".

La especialista aclara que es muy importante que los padres comprendan que esto sucede en un trasfondo de deberes y derechos.

"Hoy los niños tienen más conciencia de lo segundo. En la medida en que los padres instauran esta conciencia, enseñan códigos valóricos a sus hijos y guiarlos para que se dejen de regir por lo instintivo, la estructura para resistir este remezón estará mejor prepara

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