sábado, 28 de abril de 2012

mi pequeño gigante

 Apenas han trascurrido catorce años de aquel día que lo vi sonreír gracioso pequeñito con una piel rosada, increíble mi piel morena conjugando con sus delicadas manos de recién nacido, solté en ese momento de algarabía  una broma, hay carajo, se hacer hijos blancos y mi madre siempre picara soltó una frase que loco de seguro lo será. Su nariz perfilada armonizaba con sus labios y sus gestos tan propios que solo con observarlo le dije a todos será Jesús Daniel, en honor a  Daniel el travieso porque su mirada tan vivaz me lo definía como un rayo, es así como lo imaginé y creo no haberme equivocado, es tremendo desde niño fue muy hábil aprendió a manejar bicicleta a los cuatro y practicando bici cross la partió en dos su primera bici pero no tuvo miedo seguir intentando subir la pendiente, es tan especial y amoroso lo amo tanto percibo que siendo el menor tendrá siempre esa fuerza para proteger a su hermana.  Maricarmen es distinta muy amorosa pero es mas independiente, Jesús es al contrario muy dependiente, puntual, mas organizado en casa, si por alguna razón demoro en llegar  el toma un poco de arroz, ajos y algo mas y crea un plato indescifrable pero igual va para dentro, sufro mucho cuando tengo que sancionarlo, quizás sea justificado mi miedo de tener que partir inesperadamente  y  no tome el rumbo correcto.  Es mi pequeño gigante, está  mas alto que yo es tan lindo y noble solo deseo para el, lo mejor y tiene mi amor incondicional . No significa que excluya a otras personas en esta nota solo deseaba hablar un poco de ese jovencito que su tamaño no es sinonimo de madurez es un niño que siempre me recuerda que me ama.

J.V.J

jueves, 26 de abril de 2012

un sueño de verano

A  las personas, su mundo exterior influye en su comportamiento diario, igual nos marca a nosotros el cotidiano itinerario, si tuvimos un día bueno nuestro animo suele ser muy agradable, cuando ese recorrido es duro y desagradable empezamos a buscar con quien descargar nuestra rabia acumulada, igual suele suceder con los sueños, marcamos ilusiones, proyectos y viajamos a un mundo desconocido . Quiero empezar por contarles que últimamente sueño con un mar muy hermoso, lleno de palmeras que decoran el paisaje, desde la terraza   puedo observar su inmensidad  tan azul,  la naturaleza me regala  ese  mar, que en su atardecer se junta con el sol.  En ese sueño estoy en un lugar de estilo muy clásico con  muebles muy sencillos,una chimenea que armoniza su  maravilloso decorado que va con mis gustos, cada rincón abrazándose entre si , hay una piscina muy pequeña a lado derecho del jardín, de profundidad moderada como hecha a mi medida porque no se nadar,donde estoy seguro que ahogado no moriré.  Lo bueno de todo es que estar dormido tiene sus ventajas,que tontería,  definitivamente creo que no estoy soñando lo estoy imaginando porque parece imposible que todo sea casi perfecto .  Es tan especial  este sueño que me lleva por espacios aun sin conocer,  percibo en el, una calma, la felicidad que me acoge, una tranquilidad cubierta con la brisa del mar, una parrilla en el jardín  dorando la carne y un vino semi seco para acompañar a la noche de un verano intenso.  Hay por ahí  una casa vacía esperando por mi, para llenarla de amor y fantasia, es la casa de mi sueños un lugar por estrenar.


J.V.J

miércoles, 25 de abril de 2012

La amigdalitis de Tarzán

ALFREDO BRYCE ECHENIQUE. Esta novela podría calificarse fácilmente de sentimental, porque su principal objetivo consiste en el análisis de sentimientos. Sus protagonistas viven en un apasionado y constante desencuentro personal y hasta geográfico, un “amor acróbata”. Pero, el calificativo, aplicado y discutido en las historias literarias españolas al género cortesano propio del siglo XV (algo de ello aparece en el mismo Quijote paródicamente) y de forma más propia a cierta narrativa inglesa de la segunda mitad del s. XVIII, algo, aunque poco, tendrá que ver con las peripecias de Juan Manuel Carpio, un cantante peruano, y la salvadoreña Fernanda María de la Trinidad del Monte Montes, educada entre la elite de su país, mas sin disponer de suficientes medios económicos. Bryce seguirá sus dificultades para sobrevivir. Tras pasar por oficinas y trabajar, incluso, en carpintería durante un breve período en los EE.UU, acabará componiendo canciones infantiles para Juan Manuel, cuando éste ya ha alcanzado popularidad. Aquella novela sentimental “clásica” se desarrollaba, por lo general, en forma epistolar. Y Bryce ha elegido aquí también este recurso. La mayor parte de la narración se desarrolla desde la perspectiva de Fernanda, a través de las cartas que Juan Manuel ha ido conservando. El autor ha elegido una voz femenina, pese a que no es difícil descubrir que el sexo impostado no consigue disimular una manera de entender la vida y el amor más característica del hombre. Por otra parte, el tiempo en el que se desarrolla este bolero narrativo se inicia en Roma en 1963 y finaliza en 1998. A lo largo de estos años, el novelista nos zarandea, a través del epistolario, de una parte a otra del Atlántico; de Europa a Chile, a la América Central, a los EE.UU, a México. Tantas idas y venidas contribuyen a conferir a la narración una clave más de parodia y de realismo irónico; la clave de humor que caracteriza el conjunto de su obra. No pueden faltar tampoco en este laberinto temporal las alusiones al mayo francés del 68 y, derivado del mismo, el diseño de unas relaciones interpersonales que corresponden a una concepción del mundo generacionalmente reconocibles. Tampoco han de faltar alusiones a los novelistas del “boom” y a Julio Ramón Ribeyro, “el escritor flaco y peruano y su manera de llegar, como quien no tarda en irse”. Abundarán, además, otros guiños a la literatura hispanoamericana contemporánea. Pese a la sentimentalidad del relato, algo sustancial distinguirá la novela de Bryce de la tradición de la novela “rosa”, al estilo de Corín Tellado, a la que se menciona. Bryce ha trazado una compleja historia de amores en los que el sentimiento y el sexo de la pareja vienen siempre condicionados por el mundo exterior y determinados compromisos morales autoimpuestos. No se mantiene, por tanto, el tópico sistema de fidelidades o exclusivismos. De hecho, ambos lamentarán no haber seguido los cauces adecuados para desarrollar una vida en común prolongada, ya que ésta se limita a los espaciados encuentros, que permiten mantener la llama pasional: “Y es por amor, también a ese bonito yo que no he hecho presión en tu vida en momentos en que quizá un leve peso hubiera cambiado la balanza a favor nuestro. Ni tú ni yo nos hemos atrevido a ser este peso”, escribe esta nueva “Maga”, del signo de Cortázar. El Tarzán del título será, en realidad, Fernanda, quien llevará a menudo la iniciativa de sus encuentros e irá cambiando vertiginosamente de residencia, de un país a otro. Sin embargo, todo ello no le impedirá contraer matrimonio con el chileno Enrique, quien, sabedor de la historia, no pondrá reparos, en principio, a ciertos encuentros resueltos siempre con delicadeza. Ya alejada de Enrique, el compañero que le sustituya será Bob, un paciente norteamericano que aún pondrá menos a una tan compleja relación. En cambio, Juan Manuel mantendrá, una vez logrado un relativo éxito, una relación ambigua con Flor (“Flor a Secas”) en su casa de Menorca, una joven de la que ignorará incluso el apellido y que constituirá la nota trágica del relato, el contrapunto -no sé si necesario- a unos personajes que buscan la felicidad sin renunciar a la alegría. Porque, de hecho, las cartas, los comentarios a las mismas y las llamadas telefónicas que también se integran al conjunto de la materia narrada, vienen a configurar una variante más de las que pueden darse en procesos amorosos que rompen los esquemas tradicionales orteguianos. A menudo, la correspondencia que equivale a la lejanía (paz y nostalgia) se plantea como una relación casi platónica, basada en la amistad, el sacrificio personal, la preocupación por los hijos ajenos, los de Fernanda, siempre alegre y emprendedora, salvo en algunos baches depresivos, que Juan Manuel le ayudará a superar. En el análisis psicológico no se escatiman ni situaciones ni estados de ánimo. Pero todo ello aparece envuelto por el celofán de su fórmula estilística. Los textos de Bryce Echenique se identifican fácilmente. Los diversos ambientes han de permitirle trazar un desolado panorama histórico de la reciente historia salvadoreña o de los problemas del Chile de la represión. Sus personajes viven desplazados en Europa o en los EE.UU. El drama del exilio se esconde tras esta apasionante historia de amor. En resumen esta novela es la historia de un prolongado desencuentro amoroso, el de un hombre y una mujer que se aman pero que son separados por los avatares de la vida. Pero quedan las cartas, los encuentros a uno u otro lado del Atlántico y la certeza de un sentimiento que se sabe fuerte y mutuo.

martes, 24 de abril de 2012

LAS PALABRAS TIENEN VIDA

las palabras que utilizamos para escribir canciones no son poemas que encajen en el compás... Es la poesía que sale de alma cruzando la valla de lo establecido. Si queremos hacer una canción nace un poema que no armoniza con la melodía pero está llena de vida. El poeta busca dibujar los sentimientos con sus versos aportando coherencia, su base intelectual estructura conceptos desarrollados, siendo una herramienta que le da profundidad y sentido a su creación . Ser un hombre común  brinda la capacidad de realizar obras cercanas a la realidad sin quitarle la belleza a la composición para hacernos volar y soñar.  Es lo único que no tiene compromiso alguno, nace y viaja a través del papel para disfrutar cada verso aportando palabras a nuestra vida. Cuanto de valido puede tener mi concepto quizás ninguno, lo importante es ampliar los conocimientos son las vías de comunicación adecuadas para entender lo que sucede y explicar a los demás cada momento, tener la capacidad de describir con palabras un hecho y generar a las personas una imagen de lo vivido.


 J.V.J

miércoles, 18 de abril de 2012

Vargas Llosa pronostica el fin de la cultura en su nuevo libro

MADRID.- Mario Vargas Llosa suele decir lo que piensa, aunque sus opiniones generen controversia. Y polémica suscitará sin dudas su nuevo ensayo, La civilización del espectáculo , una dura radiografía de la actualidad en la que critica la banalización de la cultura, la política y el periodismo. En el libro, que Alfaguara publica ahora en España y que paulatinamente se irá distribuyendo en América latina, el escritor peruano pronostica la desaparición de la cultura, "en el sentido que tradicionalmente se ha dado a este vocablo", y constata "el eclipse" del intelectual en la sociedad actual. "El intelectual sólo interesa si sigue el juego de moda y se vuelve un bufón", escribe Vargas Llosa en su nuevo ensayo, un libro valiente y lúcido con el que denuncia la excesiva importancia que se le da al entretenimiento y a la diversión en nuestro mundo. Querer divertirse "es legítimo", afirma el Premio Nobel de Literatura, pero convertirlo en un valor supremo tiene sus consecuencias: "La banalización de la cultura, la generalización de la frivolidad, y en el campo de la información, que prolifere el periodismo irresponsable de la chismografía y el escándalo". Ese afán de diversión influye en la literatura y hace que la que triunfe sea la light, y tiene también como consecuencia que la crítica literaria, tan necesaria para arrojar luz en el confuso panorama cultural, tenga una influencia cada vez menor. El escritor también critica el gran espacio que se les dedica en la actualidad a la moda y a la cocina en las secciones de cultura. Los chefs y los modistos tienen ahora "el protagonismo que antes tenían los científicos, los compositores y los filósofos", señala Vargas Llosa en su ensayo, el primer libro que escribe después de ganar el Nobel. En esta cultura "de oropel" imperante, "las estrellas de la televisión y los grandes futbolistas ejercen la influencia que antes tenían los profesores, los pensadores y [antes todavía] los teólogos", añade el autor de novelas tan esenciales, como La casa verde , Conversación en la Catedral o La fiesta del Chivo . Los políticos no salen bien parados en el sombrío panorama que dibuja Vargas Llosa en su libro. "El desprestigio de la política en nuestros días no conoce fronteras", debido en parte a que "el nivel intelectual, profesional y sin duda también moral de la clase política ha decaído", afirma Vargas Llosa, quien también intenta hacer un llamado de atención en su libro sobre la escasa influencia que ejercen los intelectuales en la sociedad actual. El intelectual "se ha esfumado de los debates públicos, por lo menos de los que importan", sostiene el escritor, consciente de que el pensamiento ha ido perdiendo peso en "la civilización del espectáculo" y de que hoy priman "las imágenes sobre las ideas". El cine, dice en el libro, ya no produce creadores como Bergman, Visconti o Buñuel. Hoy se considera un "ícono" a Woody Allen, "que es, a un David Lean o un Orson Welles, lo que Andy Warhol a Gauguin o Van Gogh en pintura, o un Darío Fo a un Chejov o un Ibsen en teatro". En su libro, que el autor presentará el 25 del actual en la Casa de América, de Madrid, se detiene también en las artes plásticas y asegura que, en ellas, "la frivolización ha llegado a extremos alarmantes". Vargas Llosa, que incluye en el ensayo algunos de sus artículos aparecidos en el diario El País, sostiene que la prensa contribuye, y mucho, "a consolidar esa civilización light" que lleva a olvidar que la vida "no sólo es diversión, también drama, dolor, misterio y frustración".. nota publicada en la nación

DAR ES DAR

Hoy ya pasaron ocho dias de mi cumpleaños definitivamente jamás lo olvidaré porque fue diferente estuvo lleno de sentimientos, se juntó la a...