Hablar del diálogo y la violencia, tenemos que empezar por
definir la palabras en sí, y poder llegar a entender los principios como su importancia en los hechos concretos. El
diálogo es un encuentro entre personas que no buscan enfrentar sus opiniones
como ocurre en el debate, no es el
enfrentamiento verbal sino la fluidez de la comunicación, por eso, el diálogo
prioriza a las personas, la existencia de un hilo conductor y la apertura hacia
nuevas visiones y perspectivas.
La violencia en sus múltiples formas, se extiende día a día
en proporciones alarmantes. Tal vez no resulte desacertado afirmar que el mundo
y nuestro país se han vuelto violentos,
por eso es bueno reflexionar cuanto de
importante puede ser el dialogo para enfrentar este problema que es un flagelo
para la sociedad mundial.
Podemos valernos de diferentes ejemplos para medir la
importancia del dialogo como un elemento estructuralmente vital y valernos de ella para combatirla. Un forma de describirla es analizando y considerando la violencia familiar y su incremento en la actualidad, vemos que no disminuye, sin embargo se analiza para llegar al diagnostico correcto, es así que todo los profesionales relacionados al tema llegan a
una sola conclusión que no existe dialogo en las familias. Son los
hechos más recientes ocurridos en Francia y en Mali (hotel con rehenes) que describen a la violencia
desatada y alimentada por el odio, conducida y justificada por una
religión llevándolo a términos irreconciliables .
El dialogo es tan necesario en la vida cotidiana del hombre,
es el medio de articulación y la vía correcta para transitar y enfrentar los
problemas, muchas veces confundimos la confrontación sea escrita o verbal como
dialogo y es lo contrario desde su definición.
Los hechos antes mencionados que muestran a la violencia en su máxima expresión carecen de diálogo por el contrario mucha intolerancia y enfrentamiento, donde cada quien desea imponer sus ideas llegando a niveles muy alto de violencia y descontrol.
Los hechos antes mencionados que muestran a la violencia en su máxima expresión carecen de diálogo por el contrario mucha intolerancia y enfrentamiento, donde cada quien desea imponer sus ideas llegando a niveles muy alto de violencia y descontrol.
En la política peruana vemos ejemplos claros del poco
dialogo que existe, solo se ve confrontación y pugnas por defender intereses particulares dejando de lado la fluidez y esa conexión
necesaria para no llegar a la violencia manifestada en expresiones cargadas y ofensivas ,como se
apreció en una de las últimas sesiones del congreso peruano, donde los
representantes se lanzaban palabras llenas de violencia.
Por tanto se puede decir que el dialogo es el respeto a la
persona humana, a esa comunicación correcta que hace de ello uno de los instrumentos
necesarios para enfrentar la violencia.
J.V.J