Si algo nos enseñó la pandemia del covi 19 en estos últimos años es haber perdido muchas veces el tiempo en cosas banales, eso no significa que nuestra vida fue una perdida de tiempo al contrario fue una lucha constante con logros y fracasos, simplemente dejamos correr el tiempo que se encargó de llevarse todo. Esta es una historia donde trato de plasmar en un pequeño relato el encuentro de dos compañeros de juventud reunidos en un bar de la ciudad.
El saludo protocolar y un abrazo muy fuerte con ese compañero que después de muchos años se volvían a ver, ya luego la cerveza se encargó de hacer lo suyo, transcurría la charla los dos se envolvieron de recuerdos, trayendo a la mente acontecimientos que hoy mas que nunca sentían la necesidad que vuelvan del pasado, nada fue planificado dicho encuentro se dio de forma casual y sin querer la eventualidad se transformaría en una conversación amena, todo había cambiado para los dos, hablaron de sus proyectos de vida y aspiraciones personales de juventud que aun en ese entonces el optimismo se los permitía, luego llegaría ese alejamiento natural terminada la universidad postergando encuentros y alegría junto con el amigo es inevitable pero es así, pero volvemos a este encuentro casual parece haberse detenido el tiempo en la mesa del bar, la duda y la tristeza nos atrapó le dice Fernando a Reynaldo , pero vamos superando los malos momentos y hoy tenemos un nuevo comienzo pero con la diferencia que reformulamos y planteamos nuestra vida dándole valor a cosas que hasta ayer nos eran indiferentes.
Reynaldo: si amigo quiero pedirte disculpas por las veces que cuando me llamabas al trabajo nunca te respondí ni te devolví la llamada, pensé que me pedirías algún favor me segué por lo exitoso que era en el trabajo y mi situación financiera en su mejor momento.
Fernando: no te preocupes yo era feliz con mucho menos mis hijos me hicieron abuelo hace muchos años y María, te acuerdas de ella llevamos algunos cursos en la universidad sigue siendo mi esposa y aun me ama jajaja complicado pero es verdad,
Reynaldo: no te puedo negar me fue muy bien pero antes de la pandemia ya tenia dificultades, sostener mi estatus de vida ya se hacia difícil eran demasiados los gastos empezaron las discusiones en casa por que llegaba borracho, mi esposa soportó situaciones complicadas quizás porque me quiere hemos podido salir adelante, en la pandemia mi empresa decidió cerrar ocasionando un hueco financiero en casa y que crees mi esposa me dijo: sabes hay que vender la casa comprar un mini departamento y mi automóvil también solo nos quedamos con la camioneta que nos servirá para el negocio que pondremos, imagínate recién me pareció conocer a mi esposa y lo que era capaz de hacer por los dos.
Fernando: que bien amigo, la pandemia de una u otra manera nos jodió a todos económica o emocionalmente lo importante es estar vivos y siempre agradecer a Dios por lo que nos da, recuerda esta metáfora, el mudo le dice al sordo para que hablarte si no puedes escuchar es así la vida de irónica tantas palabras sueltas nadie las quiere atrapar solo se trata de vivir en plenitud y que cada minuto sea importante y como no celebrar este encuentro casual es un nuevo matrimonio hasta que la muerte no separe jajajajajaj , al final no estamos solos y tu testarudo dueño del mundo por fin te distes cuenta que tenias una maravillosa mujer en casa que la soberbia no te dejaba ver.
Reynaldo: si tienes mucha razón tengo mucha suerte y tu a pesar de esta pandemia mantienes el animo a tope y gracias por tu tiempo y por todas tus palabras nunca quise ver el lado bueno de las personas hoy soy otro y llámame esta vez si te voy a responder jajajaja y perdona nuevamente.
Fernando: déjate de tanto perdón ya parezco cura sin sotana, unos de estos días nos vamos a reunir con nuestras esposas comemos algo y nos tomamos un trago, la vida nos está regalando un nuevo comienzo y solo nos queda disfrutarlo.
J.V.J