Empezamos este nuevo año arrastando una crisis material a consecuencia de lo que nos viene dejando esta pandemia, hemos dejado muchas cosas atrás quizás los momentos felices fueron esquivos esto no quiere decir que el año que pasó estuviera lleno de fatalidades para nada, sin embargo creo que la incompatibilidad emocional gobernó y esa tranquilidad con uno mismo no llegó jamás a la orilla,pienso que mi expresión va ligada al hecho que la vida es agitada y violenta como las olas del mar pero al mismo tiempo nos cuesta mucho posar en ella y alcanzar la calma porque siempre es más fácil encontrar una justificación para todo que buscar una respuesta. La suma del año trascurrido está lleno de perdidas humanas que rompieron quizás nuestro ciclo natural por esta enfermedad que a cortado sueños y proyectos. Como poder asimilar una muerte si siempre una partida deja un vacío en nosotros, los encuentros y desencuentros parece una necesidad,la busqueda de culpables es un ejercicio diario,nuetra vida viene regulada por situaciones aleatorias y nuestro carácter para bien o para mal es lo determinante por eso como podemos encontrar algo si no sabemos que estamos buscando al final detenerse puede parecer un signo de cobardía o quizás no lo es, la realidad nos muetra lo complicado que es vivir aprendimos que la vida es ser feliz y satisfacer nuestras necesidades materiales basada en alimentar toda esa parte externa del ser y nos desconectamos con la otra parte interna de nosotros mismos que nos pide a gritos alimentarla porque está sedienta de cosas tan simples que no podemos percibir, la dualidad de nuestra existencia nos llena de conflictos pero necesarios para poder descubrir la magia y lo maravilloso de nuestra vida, para terminar a todos que lean mi nota tratemos de avanzar en paz con uno mismo y les deseo lo mejor busquemos de sonreír no tratemos de cambiar el mundo empecemos por cambiar un poquito al menos cada uno de nosotros.
J.V.J
