domingo, 22 de noviembre de 2015

EL DIALOGO Y LA VIOLENCIA

Hablar del diálogo y la violencia, tenemos que empezar por definir la palabras en sí, y poder llegar a entender los principios como su importancia en los hechos concretos.  El diálogo es un encuentro entre personas que no buscan enfrentar sus opiniones como ocurre en el debate,  no es el enfrentamiento verbal sino la fluidez de la comunicación, por eso, el diálogo prioriza a las personas, la existencia de un hilo conductor y la apertura hacia nuevas visiones y perspectivas.
La violencia en sus múltiples formas, se extiende día a día en proporciones alarmantes. Tal vez no resulte desacertado afirmar que el mundo y nuestro país se han  vuelto violentos, por eso es bueno reflexionar cuanto  de importante puede ser el dialogo para enfrentar este problema que es un flagelo para la sociedad mundial.
Podemos valernos de diferentes ejemplos para medir la importancia del dialogo como un elemento estructuralmente vital y valernos de ella para combatirla. Un forma de describirla es analizando y considerando la violencia familiar y su incremento en la actualidad, vemos que no disminuye, sin embargo se analiza para llegar al diagnostico correcto, es así que todo los profesionales relacionados al tema llegan a una sola conclusión que no existe dialogo en las familias. Son los hechos más recientes ocurridos en Francia y en Mali (hotel con rehenes) que describen a la violencia desatada y alimentada por el odio, conducida y justificada por una religión  llevándolo a términos irreconciliables .
El dialogo es tan necesario en la vida cotidiana del hombre, es el medio de articulación y la vía correcta para transitar y enfrentar los problemas, muchas veces confundimos la confrontación sea escrita o verbal como dialogo y es lo contrario desde su definición.
Los hechos antes mencionados que muestran a la violencia en su máxima expresión carecen de diálogo  por el contrario mucha intolerancia y enfrentamiento, donde cada quien  desea imponer sus ideas  llegando a  niveles muy alto de violencia  y descontrol.
En la política peruana vemos ejemplos claros del poco dialogo que existe, solo se ve confrontación y pugnas por defender intereses  particulares dejando de lado la fluidez y esa conexión necesaria para no llegar a la violencia manifestada en expresiones cargadas y ofensivas ,como se apreció en una de las últimas sesiones del congreso peruano, donde los representantes se lanzaban palabras llenas  de violencia. 

Por tanto se puede decir que el dialogo es el respeto a la persona humana, a esa comunicación correcta  que hace de ello uno de los instrumentos necesarios para enfrentar la violencia. 

J.V.J 

domingo, 12 de julio de 2015

UNA BELLA CASUALIDAD

Siempre nos ponemos a pensar sobre acontecimientos que nos marcaron en ese trascurrir de nuestra vida, siempre buscamos el punto neurálgico como la medida correcta para poder entender nuestro comportamiento en diversas situaciones a que nos enfrentamos diariamente-.
Puedo decir que hoy tengo menos dudas sobre lo que quiero y esos temores siempre existirán por nuestra condición de ser humano que nos hace vulnerables, somos frágiles a un sentimiento y a sensaciones hermosas, que nos hace navegar por mares desconocidos, porque el amor es mágico  y agradable una mirada, la ternura puede alimentar nuestra alma, como esa voz  bajita   puede ser melodía para los oídos. Como saber que a pasado en nuestra vida  y en que etapa nos encontramos, cuanto de locura o cordura hay en nuestros actos, solo se que esa bella casualidad existe y que cada persona la vive a su manera, solo vivir y dejarnos llevar es la respuesta. 


J.V.J    

jueves, 7 de mayo de 2015

TEOREMA

Algunas veces cuando me propongo escribir trato de encontrar el inicio correcto, buscar una palabra que invite a la siguiente frase y así sucesivamente, encontrar esa fluidez necesaria para describir momentos y escenarios. Hoy estoy algo calmado quizás no suele ser el estado emocional en el que acostumbro a escribir donde brotan mis ideas, pero  siempre me dejo llevar por un modelo narrativo y trato de mantener mi mente lucida e igual de compleja que me va indicando el camino a seguir. Pero sin darme cuenta me suelo reprimir al escribir porque trato de ser técnico y metodológico, busco que la razón guie cada palabra y así encontrar la frase correcta, lo contrario de mi corazón es aquel amigo que siempre lo mantengo al margen y es imposible porque uno se debe al otro, algunas veces se siente solo, porque lo que describen mis palabras no es lo que el desea o siente, sus latidos van marcando mi pasos y suelo evadir sus mensajes creyendo que así mis escritos serían objetivos pero mi corazón trajina sin parar día y noche  punzante y emocional, siempre trabaja para ser escuchado, arrebatado el, que tiene la dicha de no pensar, es alocado y sensorial un gran inspirador a la locura y al pecado. Como entenderlo si en todo momento tratamos que nuestra vida sea como una ecuación que busca la respuesta exacta. Me pregunto, son capaces las teorías, la ciencia el conocimiento para alcanzar la felicidad o el amor, es decir dejándolo todo a la razón,  creo que no, es difícil estamos llenos de temores que nos hace retroceder algunas veces por el simple hecho de creer que lo medible o lo palpable tiene sustento lógico y vamos a lo seguro, pero donde quedan los sueños o el amor, nos perdemos en una calle de mentiras y esa estupidez la disfrazamos todo el tiempo de razonable escondiendo nuestros sentimientos con palabras vacías formando teoremas, el deseo por encontrar una frase memorable es quizás el gran error creyendo encontrar un reconocimiento en ello y poco a poco nos vamos perdiendo entre el ego y la soberbia. 
   


J.V.J

domingo, 8 de marzo de 2015

INTERPRETACIÓN DE LA REALIDAD PERUANA: UNA PROPUESTA DE SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS DEL PAÍS DESDE LA COMUNICACIÓN SOCIAL

Lic. Rosa María Mosquera Flores
A lo largo de la historia del Perú, grandes intelectuales trataron de diagnosticar la enfermedad de nuestro país, asimismo, intentaron dar solución a los problemas de la sociedad de sus épocas. Cada quien desde sus dogmas y conocimientos han entendido al país resaltando sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas tanto internas como externas. Pero ninguno ha dado con la fórmula exacta, justamente por mirar el problema desde una perspectiva centralista y siempre buscando beneficios propios.
Cada pensador levantó la voz en la historia llorando la necesidad de su círculo étnico, social, religioso y político generando una separación total entre etnias. Nunca hubo un sentido de unicidad –tarea difícil, hacia 1900, cuando los habitantes del oriente de nuestro país todavía eran considerados como animales salvajes, situación que aún favorecía el negocio del caucho-. Setenta años después, Nicomedes Santa Cruz decía “donde no hay mina de gringos, hay haciendas de gamonales”, lo cual indica que la realidad seguía siendo la misma: constituida por explotadores, explotados y unos cuantos independientes, como aquél personaje chinchano, Don Manuel Mosquera Vásquez, más conocido como “cinco reales” quien no se dejara, jamás “pisar el poncho”.
Para entender el Perú de hoy, ya no es solamente mirar a España como ente colonizador, sino mirarnos a nosotros mismos que somos el producto de una historia mal contada y con una educación “encubridora y alienante” tal como escribiera, Salazar Bondy.
Habitamos el Perú, los indígenas, los amazónicos, los criollos, los descendientes de algunas naciones del continente africano, ingleses, chinos, japoneses, italianos, alemanes y cuanta etnia encontrara regocijo aquí, y cuya presencia cultural es muy notoria. En la escuela no se nos dice cómo emigraron de otras partes del mundo ni bajo qué circunstancias, para qué y por qué, pero son innegables los aportes positivos y negativos, pues todos de alguna manera hemos contribuido a la formación de lo peruano y la peruanidad, lo que hoy pitucamente denominamos “marca Perú”.
Esta “marca Perú”, muy a parte de promocionar productos nacionales y los aportes culinarios de la fusión y mejunje de todos, principalmente de los afro, indígenas, chinos e italianos, que han enriquecido la cocina nacional, -y unos cuantos bolsillos de quienes tienen visión empresarial, claro está-, es la búsqueda de identidad, que difícilmente será hallada por la misma multiculturidad o pluriculturidad o multinacionalidad, como ciertos sociólogos pretenden denominar a este bagaje y riqueza étnica que va más allá de nuestras fronteras, abarcando pues, toda América Latina y a todo país que fue o sigue siendo colonia de otros.
Como multiculturales, estamos en ese péndulo constante entre cohesión y racismo, tolerancia e intolerancia, reforzando estereotipos y luchando por erradicarlos. Sintiéndonos por momentos peruanos o revalorizando la etnia de los ancestros.
Así pues, nuestras actitudes de superioridad, posturas racistas, de intolerancia y estereotipos negativos que son bloques macizos heredados del pasado –toda esa huachafería o cojudez, como dijera Marco Aurelio Denegri-, así como, la baja autoestima y servilismo que hasta hoy forman parte de la personalidad de muchos peruanos -lo cual no permite el desarrollo integral de nuestro país-, también están contenidas en la “marca Perú”.
Entonces, conocer y comprender los errores y aciertos de quienes manejaron nuestra verdadera historia es desde donde debemos partir, para interpretar la realidad nacional peruana de este siglo XXI.
Los problemas del Perú…
Por ejemplo, podemos encontrar que Garcilaso de la Vega, como cronista y escritor tuvo tinta para describir, en “La Florida del Inca” el asco étnico que generó una fusión forzada entre indias y negros esclavos, quienes luego fueron reivindicados –no por Ramón Castilla- sino por el floreciente discurso y movimiento afroperuano en la década del setenta. Fue Nicomedes Santa cruz, entre otros pensadores, quien reflejó el dolor del negro de haber sido secuestrado, arrancado de su tierra para ser trasladado en condiciones infrahumanas a estos lares para ser explotado.
José Carlos Mariátegui, defendió al indígena y la tenencia de sus tierras en sus “siete ensayos de interpretación de la realidad peruana”, mientras que Andrés Belaunde, desde el catolicismo daba significado a una realidad en la que ensalzó a Ramón Castilla y su gobierno sin mostrar las atrocidades que éste cometió. Existe un documento, El decreto de Huancayo, que sirvió a Ramón Castilla para arrebatarle el poder a Echenique y, de paso, acoplarse a la moda del abolicionismo (iniciada por la corona inglesa por necesidad ante el avance de la industrialización, y no por humanismo) por lo que los afros nunca le debieron la libertad.
Pero fue Gustavo Gutiérrez Merino quien buscó un mundo ideal para todos interpretando la realidad nacional desde su reflexión teológica, la misma que viene desde una perspectiva latinoamericana, “subcontinente de opresión y despojo” planteando la nueva teología de la liberación, un tema debatido en la Conferencia Episcopal de Medellín de 1968. Pero que no ha sido recogida por el catolicismo y ya vamos entendiendo el por qué.
La oportunidad para los amazónicos llegó hace dos años con el tan agitado tema de la propiedad de las tierras y las concesiones petroleras, teniendo a Alberto Pizango como defensor y porta voz de los peruanos del oriente – quienes bajo un decreto firmado en el año 1953, fueran por fin considerados como seres humanos, dignos sujetos de derechos. Pero minimizados nuevamente a “salvajes” por el propio ex Presidente García, el mismo que tras firmar un ambiguo TLC con EE.UU., habría decepcionado a su mentor Raúl Haya de la Torre quien desde su obra “el antimperialismo y el Apra” buscaba abrir los ojos a una nación que podía salvarse de las garras del país capitalista.
En el Perú, la población de escasos recursos está conformada por quienes no tuvieron igualdad de oportunidades: negros, indígenas y amazónicos. Las nuevas formas de racismo se cuecen en las calderas de estos dos últimos: el indigenismo; que ya tiene raíces en Arguedas, Mariátegui, Hugo Blanco y otros, el etnocacerismo o etnonacionalismo peruano; representado por Antauro Humala, y cuya lucha es por la reivindicación de “la raza cobriza” (indígena americana) que debe volver a gobernar el Perú. ¿Y acaso el resto de peruanos no tenemos derecho a ser elegidos democráticamente para dirigir el destino del país?
Para Jorge Basadre Grohhman, el Perú constituye una comunidad histórica que enmarca la vida de todos nosotros querámoslo o no; una comunidad que se ha ido haciendo penosamente en una marcha llena de contradicciones que, por momentos, parecía florecer, resurgir y en otros hundirse en la desolación, para luego levantarse y seguir adelante. Pero lo que importa, no obstante es nuestro rico pasado, no es lo que fuimos sino lo que podríamos ser si de veras lo quisiéramos, si de veras nos lo propusiéramos individual y colectivamente, definitivamente todo sería distinto, no ocultaríamos nuestros rostros bajo mascarillas de una limpia e inofensiva “marca Perú”.
Como observamos, De la Vega, Haya de la Torre, Bondy, Basadre, Gutiérrez, Belaunde, Mariátegui, Santa Cruz y otros trataron de resolver los grandes enigmas que esconde un país multicultural que se edifica año tras año casi como una torre de babel donde, por sus diferencias económicas, políticas, religiosas, idiomáticas, étnicas –y por heridas del pasado- no se ha logrado una total integración.
El papel de los medios
Lograr la Identidad nacional, es un letargo, pero se puede construir bajo una propuesta que parta también desde los medios de comunicación, desde sus tareas educadora e informadora donde enfoque lo no lexicalizado (no coyuntural) y ponerlo en agenda para sensibilizar a los sectores de poder y a la población, tocando el tema del desarrollo desde el ámbito social, cultural, político y económico. Asimismo, se debe reflejar el problema globalmente incluyendo a todos y no desde un solo centro.
Alaín Touraine, en su libro ¿Podremos vivir juntos? Ya había señalado lo siguiente:
“¿Acaso la ciudad no fue innovadora porque brindaba a cada uno la oportunidad de ser un extranjero y permitía encuentros e interacciones entre los individuos de medios sociales y orientaciones culturales diferentes? Cuando más se procura reunir culturas diferentes en la experiencia vivida y el proyecto de vida de los individuos, más grandes son las posibilidades de éxito”.
La educación debe transformarse
Por qué seguir ocultando la verdad, la historia debe volver a ser contada, esta vez sin salteos ni supresiones, debe decirse todo, duela a quien le duela, será preciso para que desde niños se logre interiorizar el reconocimiento, generar conciencia y criterio de dónde se está, quién se es y hacia donde se va. Lograr la reflexión, el perdón, la revalorización, la identidad y la erradicación de estereotipos que disminuyen al ser humano, lograr el amor y tolerancia al otro. Trabajar para que la educación esté diseñada para cada región, entendiendo su idiosincrasia, sus costumbres, su idioma, sus deseos, sus gustos y necesidades.
Los partidos políticos
La política debe innovarse y ser inclusiva. Es necesario establecer políticas públicas que beneficien a toda la población peruana. Va a demorar que todos los partidos políticos las tomen en cuenta en sus agendas, pues esto es normal, porque todo proceso y cambio toma su tiempo. Pero es importante atender las necesidades que cada parte de la población tiene y que los medios incidan en este tema hasta obtener resultados positivos. Esto se puede lograr a través de los periodistas que estemos dispuestos a convertirnos en vectores sociales. No solo se desea una “Lima para todos

DAR ES DAR

Hoy ya pasaron ocho dias de mi cumpleaños definitivamente jamás lo olvidaré porque fue diferente estuvo lleno de sentimientos, se juntó la a...